Inteligencia emocional
En el proceso de mediación se valoran o se
tienen en cuenta especialmente las emociones
de los mediados. Los conflictos nos afectan emocionalmente, y necesitamos
que los demás comprendan cómo nos sentimos. En la mediación se alienta a las
personas a expresar sus emociones. Los mediadores nos encontramos ante una mezcla de hechos, emociones,
percepciones, prejuicios, opiniones…por lo que debemos ser pacientes,
reflexivos y tolerantes y atenuar el nivel de tensión y agresividad entre las
partes enfrentadas. Al trabajar con
emociones, la inteligencia emocional se articula como una herramienta fundamental a la hora de gestionar los conflictos.
La inteligencia emocional es la capacidad para
reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.
El término fue acuñado por Peter Salovey y John Mayer y popularizado por el
psicólogo, filósofo y periodista Daniel Goleman,
con su célebre libro: Inteligencia Emocional, publicado en 1995.
Goleman estima que la inteligencia emocional se puede
organizar entorno a cinco capacidades:
- Conocer las emociones
y sentimientos propios.
- Manejarlos.
- Reconocerlos.
- Crear la propia motivación.
- Gestionar las relaciones.
Las habilidades
prácticas de la Inteligencia
Emocional se clasifican en dos áreas:
- Inteligencia
intrapersonal (internas, de autoconocimiento):
- La autoconciencia (capacidad de saber
qué está pasando en nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo).
- El control emocional (regular la
manifestación de una emoción, modificar un estado anímico y su
exteriorización)
- La capacidad de motivarse y motivar a los
demás.
- Inteligencia
interpersonal (externas, de relación):
- La empatía (entender qué están sintiendo
otras personas, ver cuestiones y situaciones desde su perspectiva).
- Las habilidades sociales (popularidad,
liderazgo y eficacia interpersonal, que pueden ser utilizadas para
persuadir, dirigir, negociar, resolver disputas, para la cooperación y el
trabajo en equipo).
Entre los beneficios de la Inteligencia
Emocional se encuentran:
- Incrementa la
autoconciencia.
- Favorece el
equilibrio emocional.
- Fomenta las relaciones armoniosas.
- Aumenta la
motivación y el entusiasmo.
- Mejora la
empatía y las habilidades sociales.
- Potencia el
rendimiento laboral.
- Otorga
capacidad de influencia y liderazgo.
- Ofrece
defensas para la reacción positiva a la tensión y al stress.
- Facilita una
buena salud.
Os recomiendo la lectura del libro de Daniel Goleman “Inteligencia
Emocional” 1995, de la editorial Kairós; que podéis encontrar en cualquier
librería.
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